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Black History Month en el UK: algunas reflexiones desde el margen de la identidad latinoamericana

By 16 octubre 2020mayo 12th, 2021LAWA news

Por: Jael de la Luz,

LAWA,

Change Maker Programme Coordinator

En LAWA tenemos una preocupación colectiva que se basa en nuestra práctica como organización de mujeres y para mujeres migrantes y racializadas que tienen su origen en el Sur Global. Quienes integramos esta organización al reconocemos como latinoamericanas, los temas de la raza, la clase, el capacitismo, lo etario y la condición migratoria atraviesan no sólo parte de nuestro trabajo y servicios a la comunidad, sino nuestras apuestas personales y colectivas. América Latina y el Caribe es muy diverso y no hay uniformidad de identidades. Esto lo hemos venido reflexionando desde el análisis interseccional porque no podemos escapar a las tensiones que produce el reconocer nuestros privilegios y opresiones interactuando a la vez no sólo en nuestro lugar de trabajo sino en nuestra vida cotidiana. No podemos reproducir visiones simplistas de experiencias universales como latinoamericanas como grupo social.

En Reino Unido hemos nos hemos unido a la reflexión de qué es ser mujeres racializadas y cómo nos afecta el racismo estructural sobre todo en el actual contexto de austeridad y hostilidad política a las comunidades migrantes y refugiadas. La reflexión la hemos dado como staff y también estamos trabajado con las mujeres de nuestra comunidad que participan en el programa Mujeres tejiendo el Cambio (Change Makers) tanto en español como en portugués.

Desde el programa Change Maker, uno especial para las mujeres de habla español y otro para mujeres de habla portugués, como espacio de aprendizaje común, hemos podido hablar sin temor sobre la presencia negra e indígena o nativa dentro de nuestras sociedades. Nos hemos dado cuenta que el discurso del mestizaje, como fusión de razas y grupos étnicos, nos ha afectado intentando unificarnos como si fuéramos una sola cultura y una identidad. La narrativa del mestizaje invisibiliza la particularidad de nuestros cuerpos racializados y nuestras raíces que son diversas.

Hoy día, el ser latinoamericano y caribeño, tiene que reconocer la raíz indígena o nativa que resistió al exterminio y la violencia colonial, la negra, herencia de la gente que fue esclavizada y forzada a trabajar en nuestros territorios, la blanca europea resultado de las múltiples olas de migraciones que colonos y poderosos hicieron en busca de aventura, saqueo y estableciendo un segundo hogar. Toda nuestra corporeidad, afectos y sentires que nos atraviesan como mujeres latinoamericanas y caribeñas está marcada por la historia y las relaciones de poder que nuestros ancestros y ancestras

Al ser mujeres migrantes y racializadas, algunas asumiéndonos desde las fronteras de la heteronormalidad, hemos compartido experiencias de cómo en Reino Unido se nos ha condicionado en el ejercicio pleno de nuestros derechos y humanidad. En Mujeres tejiendo el Cambio eso se ha visto de manera clara cuando mujeres afro latinas o indígeno descendientes expresan cómo se han visto más expuestas a un racismo estructural que no pensaron vivir en un país de “primer mundo”, mucho menos en una ciudad tan diversa como Londres.

Esas reflexiones de un poco más de tres años, nos ha llevado a pensar sí es que hay algo en común que compartir con la comunidad negra y asiática en Reino Unido en el Black History Month. Creemos que sí hay una historia en común, que es la historia del colonialismo y sus efectos intergeneracionales que van más allá de las fronteras nacionales. El colonialismo como experiencia histórica ha marcado las relaciones entre territorios, naciones y cuerpos, pues la herencia de explotación y esclavitud a la que nuestros ancestros fueron sometidos por países occidentales centrales como lo es Reino Unido,  España y Portugal, todavía afecta la vida de las personas de ascendencia africana, asiática y latinoamericana que se reconocen a sí mismos como indígeno o afro descendiente y/o racializadas. En un contexto de globalización y de libre movimiento como en el que vivimos, personas racializadas de origen latinoamericano y caribeño experimentan restricciones y barreras que limitan su bienestar y movilidad social en todos los aspectos de sus vidas. Esas restricciones son expresión del racismo estructural.

Conscientes de esta historia que nos hermana, abrazamos la categoría de la negritud como posición política para acuerpar las resistencias y los sueños por la liberación de nuestros pueblo en la tarea de desmantelar las opresiones que la supremacia blanca colonial, racista, capitalista y patriarcal ha impuesto a quienes somos diferentes. En esa tarea de transformación, la interseccionalidad es una herramienta para analizar las relaciones de poder que operan en los sistemas identitarios con el fin de desmantelarlos, y así buscar alternativas para construir puentes de solidaridad en causas comunes. En la lucha contra el racismo estructural, imaginamos un mundo en el cual tenemos un lugar como migrantes viviendo en la diáspora latinoamericana en Reino Unido.

La comunidad negra en Reino Unido hace énfasis en sus movimientos sociales, recuerda a sus activistas, reconoce el liderazgo de mujeres y personas de la comunidad LGTBTQ, y continua hablando sobre los temas donde falta justicia social y racial. Experiencias similares existen en la comunidad latinoamericana en Reino Unido, donde mujeres afro latinas, indígeno descendientes y racializadas que tienen su origen en las periferias de las ciudades latinoamericanas, priorizan las preocupaciones de las comunidades que representan.

Es por ello que este Black History Month queremos unirnos a la conversación, a visibilizar y celebrar lo que las mujeres afro latinas, indígeno descendientes y racializadas viviendo en Reino Unido, están haciendo un cambio que abona a la justicia racial y social.